domingo, 29 de marzo de 2009

Experiencia Barcamp

Como toda primera vez es dificil, pero creo que salí airosa del Barcamp Lima, el público parecía bastante rudo, además que mi participación empezó tarde cuando ya casi era hora de terminar, imagino que todos estaban cansados.

Hablé sobre como los blogs pueden hacernos, a los periodistas, mejores profesionales, y espero que mi exposición, algo atropellada por los nervios de novata, haya trasmitido esa idea.

En resumen, hablé de lo mal que se ve que un periodista escriba desde el anonimato, del constante ejercicio de escribir en el blog, y leer a otros bloggers, mejora nuestra redacción y nuestra apreciación de los hechos, intruduje un par de interesantes conceptos que alguna vez dieron dos grandes periodistas, Ryszard Kapuściński y Janet Malcolm, que pintan de cuerpo entero nuestra labor, expliqué entonces que empecé usar el blog para señalar aquellos casos puntuales - como la muerte del periodistas Alvaro Ugaz - en el que nos volvemos cínicos o inmorales, y cómo se tornó un espacio para decir eso que en los grandes noticieros, diarios y radios, los periodistas no se atreven - o no les permiten - decir.

Agradecí las preguntas que estuvieron relacionadas al uso periodístico de nuevas tecnologías y a la libertad de expresión en internet.

Fue una experiencia agradable, más aún porque al final, como me lo hizo notar la pregunta de un participante para la cual no tuve respuesta, entendí que debo hacer un esfuerzo para aplicar todas las licencias que me permito en el blog, a mi trabajo diario. Si eso llegara a suceder, sería un paso gigante hacia la revolución del tratamiento de la información en los medios tradicionales.

Gracias Barcamp Lima.

viernes, 27 de marzo de 2009

Barcamp Lima 2


Me enteré tarde, muy tarde, igual me inscribí y tengo la esperanza de que me hayan considerado porque sería la primera vez que participo. Sin embargo debo hacer una seria observación, no he recibido una sola respuesta desde mi inscripción, además de la confirmación de la apertura de cuenta en la página web, y eso me preocupa. Quizás sean temores de novata, pero no quisiera llegar y ver que no estoy programada. En fin, igual la experiencia será agradable, sino resulta, me esperaré a la tercera versión.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Silencioso espíritu de cuerpo

Para algunos era un gran amigo, para otros un excelente profesional, pero para el resto de peruanos era un conductor más que se estrelló en la traicionera Panamericana Sur, su nombre: Alvaro Ugaz Otoya. Informar sobre su muerte tuvo la cuota adicional de que se trataba de un colega periodista.

Algunos de sus ex compañeros de RPP, radio en la que desarrolló casi toda su carrera periodística, me pidieron tratar el tema con respeto, lo que hizo preguntarme ¿con cuánto más respeto? ¿más que el que le ponemos a otras notas sobre accidentes de tránsito? ¿es que acaso el hecho de ser un colega lo hacía distinto?

El estado en el que quedó la camioneta de Alvaro es evidencia del estado en el que él se encontró, y no sé que decía el parte policial de la Comisaría de Lurin, no sé que tan rápido iba, no sé si lo venció el cansancio, o si algo de alcohol disminuyó sus reflejos. Me tocó revisar el kolómetro 27 de la Carretera Panamericana Sur, solo encontré un par de huellas de llantas, las que había dejado un tercer auto que al ver la camioneta de Alvaro chocada, frenó en seco para evitar otra colisión. Pero el auto del periodista no dejó una sola marca en el pavimento, nunca frenó. El impacto más grande - el que después de dos días de agonía, acabó con su vida - estaba del lado del conductor, y tengo entendido, que en condiciones normales, cuando un conductor advierte un peligro, tiende a girar el timón hacia la izquierda, como un natural instinto de supervivencia ¿por qué Alvaro giró hacia la derecha, por qué forzó la colisión en la dirección que indudablemente lo mataría? Quizás Italo Uribe, el periodista que lo acompañaba como copiloto y que sobrevivió al accidente, pueda saber que sucedió realmente, pero hasta ahora ningún medio se lo ha preguntado.

Sé que pensarán de mí lo peor por cuestionar, justo en estos momentos, las circunstancias de lo sucedido, pero si no lo hiciera, dejaría de ser periodista, y perdería la objetividad, como aquellos que, olvidando que fue un hecho fortuito, buscan un culpable, y creen haberlo encontrado en el chofer del camión de pollos que tuvo la osadía de bloquear el raudo camino de la camioneta. Dijo que no se detuvo porque creyó que eran asaltantes que pretendían robar la carga, que reparó el daño en el parachoques para evitar ser detenido en los controles de Tolerancia Cero, que no se enteró que su vehículo estuvo involucrado en la muerte del periodista hasta el día siguiente. Sí, su versión es extraña, pero es su versión, y tiene todo el derecho de que no se le trate como a un delincuente. Nadie lo dice, o nadie quiere decirlo, y tuve la amarga impresión de estar percibiendo esa hipocresía, ese espíritu de cuerpo que le llaman, y que tantas veces hemos criticado, por ejemplo cuando los policias se cubren unos a otros.

Para mi Alvaro no fue ese amigo tan cercano que fue para otros, y cómo lo siento. Fue un periodista al que le tuve mucho respeto por su profesionalismo y de quien solo escuché muy buenas cosas, aún antes de este desafortunado evento, y al igual que todos los colegas, oré por un milagro, que lamentablemente nunca llegó. Quizás haya sido lo mejor, lo comentarios de los médicos no eran muy alentadores, y es mejor recordarlo como era en vida. Mi más sentido pésame, para todos aquellos que lo quisieron DE VERDAD, incluso en sus momentos más difíciles. Adiós Alvaro.

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Carta de los Amigos de Alvaro

Acepté publicar la carta, sabiendo el riesgo que corría, por su contenido y más aún siendo anónima, porque conozco y aprecio a los amigos de Alvaro, y por la misma razón también aceptaré, a pedido de ellos, retirarla del blog, aunque les he explicado que no tengo control sobre los registros que hayan quedado, o las reproducciones que se le hayan hecho en otras webs. Fue escrita en un momento de mucho dolor, pero ya todo terminó, ahora es tiempo de dejar que la herida sane.

miércoles, 18 de marzo de 2009

En el Perú hay periodistas que son una m...

Esta semana dos hechos, uno deportivo (aunque linda con lo delincuencial) y otro político, volvieron a revelar la falta de minuciosidad, o exceso de intuición, que tienen algunos colegas.

El futbolista del Werder Bremen Claudio Pizarro, investigado por presunta evasion de impuestos, aseguró al diario alemán Bild, cansado de tantos dedos acusadores, que en nuestro país, de ricos, pobres, cholos, negros, chinos, monses y vivos, hay gente que son una mierda. Las declaraciones del "bombardero" causaron tanto revuelo que incluso motivaron que el mismísimo Presidente del Consejo de Ministros Yehude Simon las calificara de exabrupto, y uno que otro congresista le exigiera pedir disculpas públicas.

Peru ist ein Super-Land. Aber viele Menschen dort sind scheiße. Sie sind neidisch, gönnen mir den Erfolg nicht.

La traducción de la web alemana es:

El Peru es un Super País, pero muchos seres humanos "estan cagados", son envidiosos, y no me conceden ningún exito.

Los titulares estaban servidos.

Sí, usted, yo, todos, podríamos encajar perfectamente en ese calificativo, Pero ¿acaso fue tan grave lo que dijo? porque valgan verdades, ¿quién nunca en su vida ha sido una mierda alguna vez?. Lo mismo ocurrió un día después con el Presidente Alan García, quién durante la ceremonia de inauguración del tramo final de la carretera Tarapoto - Yurimaguas en San Martín, una zona complicada denominada "La Llorona", dijo:

En este momento en que la crisis mundial hace llorar a muchas lloronas, aquí estamos para decirles, con los trabajadores y las empresas, que con trabajo, constancia y grandes objetivos se vencen los problemas y se acaban los lloriqueos

De inmediato las versiones web de algunos portales de noticias, interpretaron que García, con el término "Llorona" se refería a la ex candidata presidencial del PPC Lordes Flores Nano, quien días atrás criticó de excesivo el entusiasmo del Presidente con respecto a la crisis financiera. Y de inmediato también García se comunicó con RPP para rechazar esas interpretaciones. El único medio que se ha rectificado es El Comercio.

El problema no es lo que García dijo, sino lo que los periodistas no buscaron que dijeran los demás; es decir, que otro - quizás un político opositor - arroje la piedra, y eso hubiera bastado como apoyo para no verse involucrado en situaciones que luego acaban tan mal con esta.

Sin querer, o queriendo (que es lo más peligroso), los periodistas podemos equivocarnos, e inducir a equivocaciones, perder la credibilidad, y la prudencia.

Sobre el tema:
Una historia que se repite
Citar fuentes
Reflexión sobre el Petrogate
Bebé que murió ahogado

jueves, 5 de marzo de 2009

Bebé que murió ahogado: Entre la objetividad y la especulación

Hoy casi me mato, estuve a punto de caer a un puquial en los Pantanos de Villa, el mismo puquial en el que murió un niño de 1 año de edad. Me acerqué mucho, demasiado, casi tanto como el niño, un pequeño resbalón me hizo perder el equilibrio. Gracias a Dios una rápida maniobra me permitió recobrarlo antes de terminar en el fondo. Pero fue necesario, tenía que comprobar in situ, cuán profundo era, cuán cerca de la casa del niño estaba, qué otros riesgos existían, quién vio lo que sucedió, quién lo ayudó, cuáles eran las circunstancias en las que vivió... RPP lo tituló en su página web "Bebé muere ahogado sin ser auxiliado por su madre en Chorrillos".


Un niño de apenas un año falleció ahogado en un pozo con agua, construido al interior de su vivienda ubicada en el asentamiento humano Mariscal Cáceres en el distrito de Chorrillos... Según se informó, el bebé cayó al pozo mientras jugaba y su madre se encontraba distraída. Ella no quiso dar detalles sobre los hechos, y según se supo asumió la muerte de su hijo con normalidad... Una enfermera del nosocomio indicó que hasta el momento de revisar al menor, se descubrió que no tenía vacunas, estaba mal alimentado, además de deshidratado por una diarrea no tratada médicamente hace tres días...

Cuando llegué al lugar, lo que más me sorprendió fueron las penosas condiciones en las que viven estas familias en el Asentamiento Humano Andrés Avelino Cáceres, pobres al extremo, sin duda su mayor preocupación es saber si habrá un pan en la mesa, antes que si ese pan será lo suficientemente nutritivo para cubrir los requerimientos básicos de alimentación. La zona era un muladar, una pestilencia, pues además de la crianza de chanchos, a los Pantanos de Villa acaban buena parte de los desperdicios de las residencias chorrillanas, todos los ingredientes para causar una infección estomacal de varios días de duración.

Los vecinos me contaron que la madre del niño sí estuvo distraida, porque minutos antes -ellos dicen- una indigente con problemas mentales apareció por el lugar, y fue en ese instante en el que su hijo habría caído al puquial -que no está dentro de la casa, sino a unos 3 metros- no saben cuánto tiempo estuvo bajo el agua, pero aseguran que su familia sí lo rescató, y que incluso intentaron reanimarlo, sin éxito.

Lamentablemente no encontré a la madre en el hospital María Auxiliadora, me hubiera gustado hablar con ella personalmente, pero el no tener su versión no significa que de por sentada la otra, entiendo que su reacción quizás no fue tan dolorosa como podría esperarse de una mamá que ha perdido a su bebé ¿acaso ello debe darme indicios de que algo no andaba bien? No puedo especular, que eso lo haga la policía, a mi sólo me queda describir los hechos lo más objetivamente posible.

Sin embargo había algo que era obvio, que ese puquial, que incluso ha sido rodeado con algunas piedras para que las personas puedan usarlo como lavandería o piscina, es un peligro, más aún si no hay supervisión adulta, eso no estaba en el parte policial de la comisaría, lo único que se necesitaba para darse cuenta de ello era ir al lugar.

Es verdad, a veces pensar lo peor nos da esa cuota de incredulidad que todo periodista debe tener, pero en una situación tan delicada como esta, es mejor no tomar parte.