viernes, 4 de setiembre de 2009

En las guerras se mata, en las guerras se muere

My. FAP Sanchez en foto familiar. La imagen es mucho más impactante que la de su cuerpo destrozado, lo muestra como un piloto en su ambiente, pero también como un ser humano, con su hijo en brazos, un bebé que se quedó sin padre.

Sí, fue un poco tosco:
"Escuchen bien lo que voy a decir, posiblemente sea una barbaridad, hay que declarar el VRAE en una zona de combate ¿Qué hacen civiles metidos allí que estorban, que dificultan el trabajo y dan pie a que después las ONG's denuncien a los oficiales de violación a los derechos humanos?. Así no se puede pelear"

Pero el Primer Vice Presidente Luis Giampietri no deja de tener razón. Su propuesta, que al principio fue rechazada, ya no parece tan descabellada.

Lo que Giampietri debió explicar para no provocar clamorosas reacciones en defensa de los derechos humanos, es que la guerra, incluso la guerra interna - aunque el término exacto es Conflicto Armado no Internacional -, tiene leyes y costumbres reconocidas por el Derecho Internacional Humanitario (DIH).

El DIH, existe para proteger precisamente y delimitar a quienes no están involucrados en el conflicto, o dejaron de estarlo. Establece parámetros, y lo primero que se debe hacer es declarar la existencia de un Conflicto Armado.

Para ello deben existir las siguientes condiciones según el Protocolo II de 1977: El conflicto tiene lugar en el territorio de un Estado; se oponen las fuerzas armadas de este Estado a fuerzas armadas o a grupos armados que no reconocen su autoridad; estas fuerzas y estos grupos armados deben estar bajo el mando de una autoridad responsable; deben ejercer un dominio o control sobre una parte del territorio de dicho Estado, que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas.

Si reunimos las condiciones, este podría ser plan:

1) Anticipar los hechos públicamente, decir qué se hará, pero obviamente no cómo se hará, para que todos - absolutamente todos - esten advertidos.
2) Establecer plazos para evacuar la zona, podrían ser 48 o 72 horas.
3) Disponer de zonas seguras para albergar a los refugiados.
4) Señalar dos o tres rutas de escape vigiladas y protegidas.
5) Identificar minuciosamente a cada refugiado para asegurar su condición como tal.
6) Una vez evacuada la zona, declarar que quien haya decidido quedarse en ella, será considerado "enemigo".
7) Aplicar la estrategia diseñada por la Autoridad.

Sin embargo en el DIH hay un problema, y es que Sendero Luminoso, como cualquier otro grupo terrorista en el mundo, no puede considerarse un Movimiento de Resistencia Organizado, es decir, un actor beligerante en el juego de la guerra, por una sencilla razón, es un mal jugador.

Imaginemos la guerra como una partida de Ajedrez, en el que el tablero es la zona de conflicto delimitado por sus cuatro costados, ambas partes - negra y blanca - convienen enfrentarse siguiendo las reglas del juego y gana quien toma al rey. Ahora, supongamos que uno de los adversarios de pronto decide que las reglas no le gustan y hace trampa. El jugador juega sucio y debe ser descalificado.

Es un poco lo que ocurre. Sendero ha demostrado innumerables veces que no es capaz de respetas estas reglas, no se diferencia de la población civil, sino que al contrario trata de mimetizarse en ella, si hiere a un soldado o a un policía, no lo toma como prisionero, no lo cura, no le da alimento, sino que lo ejecuta, y lo peor de todo, no da tregua al adversario para recoger a sus caidos. Por eso no podemos esperar que Sendero adopte un comportamiento respetuoso de las normas que regulan el modo de conducir las hostilidades.

Pero el DIH sí se refiere específicamente al terrorismo en la medida en que lo prohibe (castigos colectivos, intimidación, y actos de violencia para aterrorizar a la población civil) Y estos actos si bien no están regulados por el DIH, sí están sujetos al derecho interno (leyes nacionales) y al derecho internacional (Declaración Universal de los Derechos Humanos), más no al derecho de la guerra. (Y aquí cabe preguntarse porqué la Fiscal de la Nación Gladys Echaiz, quien pidió más reflexión, no ha invocado a sus fiscales - como lo dispone el derecho interno - que cumplan con su trabajo, se acerquen a la zona, y abran una investigación de oficio sobre los responsables de la muerte de los miembros de la Fuerza Aérea del Perú)

Es complicado, el Comité Internacional de Cruz Roja dice:
El terrorismo es un fenómeno. Tanto en la práctica como en el plano jurídico, no se puede librar una guerra contra un fenómeno. Sólo es posible combatir contra una parte identificable en un conflicto armado. Por estas razones, sería más apropiado hablar de "lucha contra el terrorismo", lucha que adopta múltiples facetas.

Tres atentados en tres días no es normal. Se sabe lo que hay que hacer, pero no se quiere tomar la decisión política para hacerlo, porque indudablemente tendrá un costo. Las guerras son impopulares, porque en las guerras se mata y en las guerras se muere. Pero creo que ya hemos dejado que mueran demasiados. Es hora de actuar.