Ha pasado tanto tiempo, y tan rápido, que cuando miro atrás me es difícil creer que han transcurrido 8 años desde que abrí un blog por primera vez. Todo empezó como un juego, pero desde entoces muchas cosas han cambiado, yo he cambiado y ahora el blog también debe cambiar.
Soy conciente de que la adaptación no será un proceso sencillo, me costará acostumbrarme a un nuevo formato, a una nueva dirección, a un nuevo diseño, y quizás a ustedes también, pero es necesario.
Cuando uno crece hay ropa que ya no nos entra más, pero eso no significa que no la conservemos con cariño como un recuerdo del ayer. La Elite seguirá siendo sadomasoquista, eso sí permanecerá inalterable.
Nos vemos.
miércoles, 23 de setiembre de 2009
viernes, 18 de setiembre de 2009
Mea culpa de periodista
Discúlpenme, pero cuando uno hace lo que le dicen, y no lo que realmente quiere, ocurre esto. Lo siento mucho.
miércoles, 9 de setiembre de 2009
La élite impertinente
Es justo, si a mí se me muere - o me matan - a un ser querido, lo último que quisiera a mi alrededor es un periodista preguntándome "cómo lo recuerdo" y pidiéndome sus fotografías y videos más recientes. Por eso entiendo perfectamente cuando los familiares de los fallecidos se niegan a hacerlo.
Cuando esto sucede, el periodista respetuoso apaga su grabadora y se va, comprendiendo que es un momento de mucho dolor y está sobrando. Pero no somos respetuosos, somos impertinentes, y para nosotros no hay peor distancia que aquella que nos impida registrar una lágrima rodando por una mejilla, un grito de dolor, un desmayo.
Los periodistas somos impertinentes por naturaleza y pocas veces aceptamos un "no" por respuesta. Un "no" no nos intimida, sólo nos obliga a cambiar de estrategia. Modulamos la voz, nos ponemos del lado de la familia, nos mostramos tan indignados como ellos con el policía que dejó ir al asesino, con el chofer que ocasionó el atropello, con el hospital que cometió negligencia médica por una atención tardía. Y si esto no funciona, apelamos a la cámara oculta, un viejo truco para registrar una declaración sin que el incauto entrevistado tenga opción a reclamo.
Sin embargo, tanta impertinencia tiene precio, pues si bien salvamos el hoy, lo más probable es que hayamos condenado el mañana, y los familiares que antes nos pidieron amablemente mantenernos alejados, esta vez podrían echarnos a patadas. Ha sucedido incontables veces.
No es que nos guste ser impertinentes, estoy segura que la mayoría de periodistas preferirían no pasar horas esperando en la puerta de la casa de los deudos, tanto por el tiempo perdido como por el mal rato que ocasionamos. Pero es imposible. Supongo que el verdadero apostolado del periodismo está en sacrificar los principios, por una nota.
Cuando esto sucede, el periodista respetuoso apaga su grabadora y se va, comprendiendo que es un momento de mucho dolor y está sobrando. Pero no somos respetuosos, somos impertinentes, y para nosotros no hay peor distancia que aquella que nos impida registrar una lágrima rodando por una mejilla, un grito de dolor, un desmayo.
Los periodistas somos impertinentes por naturaleza y pocas veces aceptamos un "no" por respuesta. Un "no" no nos intimida, sólo nos obliga a cambiar de estrategia. Modulamos la voz, nos ponemos del lado de la familia, nos mostramos tan indignados como ellos con el policía que dejó ir al asesino, con el chofer que ocasionó el atropello, con el hospital que cometió negligencia médica por una atención tardía. Y si esto no funciona, apelamos a la cámara oculta, un viejo truco para registrar una declaración sin que el incauto entrevistado tenga opción a reclamo.
Sin embargo, tanta impertinencia tiene precio, pues si bien salvamos el hoy, lo más probable es que hayamos condenado el mañana, y los familiares que antes nos pidieron amablemente mantenernos alejados, esta vez podrían echarnos a patadas. Ha sucedido incontables veces.
No es que nos guste ser impertinentes, estoy segura que la mayoría de periodistas preferirían no pasar horas esperando en la puerta de la casa de los deudos, tanto por el tiempo perdido como por el mal rato que ocasionamos. Pero es imposible. Supongo que el verdadero apostolado del periodismo está en sacrificar los principios, por una nota.
viernes, 4 de setiembre de 2009
En las guerras se mata, en las guerras se muere
My. FAP Sanchez en foto familiar. La imagen es mucho más impactante que la de su cuerpo destrozado, lo muestra como un piloto en su ambiente, pero también como un ser humano, con su hijo en brazos, un bebé que se quedó sin padre.
Sí, fue un poco tosco:
"Escuchen bien lo que voy a decir, posiblemente sea una barbaridad, hay que declarar el VRAE en una zona de combate ¿Qué hacen civiles metidos allí que estorban, que dificultan el trabajo y dan pie a que después las ONG's denuncien a los oficiales de violación a los derechos humanos?. Así no se puede pelear"
Pero el Primer Vice Presidente Luis Giampietri no deja de tener razón. Su propuesta, que al principio fue rechazada, ya no parece tan descabellada.
Lo que Giampietri debió explicar para no provocar clamorosas reacciones en defensa de los derechos humanos, es que la guerra, incluso la guerra interna - aunque el término exacto es Conflicto Armado no Internacional -, tiene leyes y costumbres reconocidas por el Derecho Internacional Humanitario (DIH).
El DIH, existe para proteger precisamente y delimitar a quienes no están involucrados en el conflicto, o dejaron de estarlo. Establece parámetros, y lo primero que se debe hacer es declarar la existencia de un Conflicto Armado.
Para ello deben existir las siguientes condiciones según el Protocolo II de 1977: El conflicto tiene lugar en el territorio de un Estado; se oponen las fuerzas armadas de este Estado a fuerzas armadas o a grupos armados que no reconocen su autoridad; estas fuerzas y estos grupos armados deben estar bajo el mando de una autoridad responsable; deben ejercer un dominio o control sobre una parte del territorio de dicho Estado, que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas.
Si reunimos las condiciones, este podría ser plan:
1) Anticipar los hechos públicamente, decir qué se hará, pero obviamente no cómo se hará, para que todos - absolutamente todos - esten advertidos.
2) Establecer plazos para evacuar la zona, podrían ser 48 o 72 horas.
3) Disponer de zonas seguras para albergar a los refugiados.
4) Señalar dos o tres rutas de escape vigiladas y protegidas.
5) Identificar minuciosamente a cada refugiado para asegurar su condición como tal.
6) Una vez evacuada la zona, declarar que quien haya decidido quedarse en ella, será considerado "enemigo".
7) Aplicar la estrategia diseñada por la Autoridad.
Sin embargo en el DIH hay un problema, y es que Sendero Luminoso, como cualquier otro grupo terrorista en el mundo, no puede considerarse un Movimiento de Resistencia Organizado, es decir, un actor beligerante en el juego de la guerra, por una sencilla razón, es un mal jugador.
Imaginemos la guerra como una partida de Ajedrez, en el que el tablero es la zona de conflicto delimitado por sus cuatro costados, ambas partes - negra y blanca - convienen enfrentarse siguiendo las reglas del juego y gana quien toma al rey. Ahora, supongamos que uno de los adversarios de pronto decide que las reglas no le gustan y hace trampa. El jugador juega sucio y debe ser descalificado.
Es un poco lo que ocurre. Sendero ha demostrado innumerables veces que no es capaz de respetas estas reglas, no se diferencia de la población civil, sino que al contrario trata de mimetizarse en ella, si hiere a un soldado o a un policía, no lo toma como prisionero, no lo cura, no le da alimento, sino que lo ejecuta, y lo peor de todo, no da tregua al adversario para recoger a sus caidos. Por eso no podemos esperar que Sendero adopte un comportamiento respetuoso de las normas que regulan el modo de conducir las hostilidades.
Pero el DIH sí se refiere específicamente al terrorismo en la medida en que lo prohibe (castigos colectivos, intimidación, y actos de violencia para aterrorizar a la población civil) Y estos actos si bien no están regulados por el DIH, sí están sujetos al derecho interno (leyes nacionales) y al derecho internacional (Declaración Universal de los Derechos Humanos), más no al derecho de la guerra. (Y aquí cabe preguntarse porqué la Fiscal de la Nación Gladys Echaiz, quien pidió más reflexión, no ha invocado a sus fiscales - como lo dispone el derecho interno - que cumplan con su trabajo, se acerquen a la zona, y abran una investigación de oficio sobre los responsables de la muerte de los miembros de la Fuerza Aérea del Perú)
Es complicado, el Comité Internacional de Cruz Roja dice:
El terrorismo es un fenómeno. Tanto en la práctica como en el plano jurídico, no se puede librar una guerra contra un fenómeno. Sólo es posible combatir contra una parte identificable en un conflicto armado. Por estas razones, sería más apropiado hablar de "lucha contra el terrorismo", lucha que adopta múltiples facetas.
Tres atentados en tres días no es normal. Se sabe lo que hay que hacer, pero no se quiere tomar la decisión política para hacerlo, porque indudablemente tendrá un costo. Las guerras son impopulares, porque en las guerras se mata y en las guerras se muere. Pero creo que ya hemos dejado que mueran demasiados. Es hora de actuar.
lunes, 31 de agosto de 2009
FELIZ BLOGDAY 2009
Me han considerado una blogger de la prehistoria, pero recién he celebrado mi segundo BlogDay. La gente de La Mula hizo un video muy entretenido recordando cómo se inició la comunidad blog en el Perú y me invitaron a formar parte de él.
Y como ésto ya es parte de la historia, aquí un link del ayer.
Este divertido video de Inventarte con la canción que ya se ha vuelto un himno blogger
Y mis recomendados:
1) Mirá de Julián Gallo (Argentina, consultor de medios interactivos)
2) eBlog de Leandro Zanoni (Argentina, periodista y publicista digital)
3) Malas Palabras del único Diego Rottman (Argentina, periodista digital)
4) Rechongueros Gráficos de Ricardo Choy-Kifox (Perú, fotoperiodista)
5) Nauta de Giovanni Lamarca (Perú, periodista y catedrático universitario)
Y como ésto ya es parte de la historia, aquí un link del ayer.
Este divertido video de Inventarte con la canción que ya se ha vuelto un himno blogger
Y mis recomendados:
1) Mirá de Julián Gallo (Argentina, consultor de medios interactivos)
2) eBlog de Leandro Zanoni (Argentina, periodista y publicista digital)
3) Malas Palabras del único Diego Rottman (Argentina, periodista digital)
4) Rechongueros Gráficos de Ricardo Choy-Kifox (Perú, fotoperiodista)
5) Nauta de Giovanni Lamarca (Perú, periodista y catedrático universitario)
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