jueves, 1 de enero de 2009

Por mis amigos de Panamericana

Mi carrera periodística se inició bajo la administración de Genaro Delgado Parker, en el 2002, cuándo él, entonces propietario de Red Global, convirtió el canal en algo con mucho potencial pero poco presupuesto, Red Noticias "el primer canal noticioso de señal abierta". En teoría competíamos con Canal N, y le ganábamos, es decir, en ese entonces no existían tantos platos de Cable Mágico Satelital saliendo de las esteritas del Cerro Cruz de Motupe; teníamos enlaces vía microondas, noticias actualizadas cada hora, y hasta cintillos, como CNN, era un proyecto lindo en el que me sentía orgullosa de trabajar, pese a las condiciones que cada vez eran más y más terribles.

Los problemas presupuestarios se hicieron evidentes cuando de pronto, lo que se suponía era una trasmisión ininterrumpida de noticias, empezó a venderse de medias horas en medias horas. Fue el boom de los programas pagados, de los fitosanas y los kaitas y los bionaturistas, y el espacio para noticias era inversamente proporcional a las colas de trabajadores que se formaban en la oficina del cajero del canal los 15 y los 30 de cada mes, hasta la madrugada, para recibir la mitad y muchas veces la cuarta parte, de lo que nos correspondía.

Memorables son los casos de aquel reportero que en un acto de desesperación, se subió a la antena del canal para exigir que le paguen sus sueldos atrasados, o tiempo atrás, de un camarógrafo que se encadenó a las puertas por la misma razón. Con estos antecedentes no me sorprendió que hace un par de años, cuando GDP ya administraba judicialmente Panamericana Televisión, un auxiliar reclamara de esta manera, su sueldo. Yo también estuve allí, pero logré salirme a tiempo, eran épocas muy difíciles, y aún lo son para mis colegas y amigos.

GDP, pese al fallo judicial que dio por terminada la condición que le permitió hacer lo que quiso con el canal, se niega a entregarlo. Los trabajadores viven días de angustia, ya no solo es saber si les pagarán, sino si podrán conservar sus puestos. Protestan, y con justa razón, pero con el temor de que paguen su derecho a hacerlo con el desempleo.

Ultimamente, cada vez que me encuentro con unos amigos de Panamericana, nuestras charlas suelen ser sobre el mismo tema, pero esta vez no solo los escuché, también los observé, el camarógrafo sufrió muchísmo para armar su trípode, un armazón de fierros destartalado que debió darse de baja hace ya buen tiempo, y su cámara, una Betacam SP - formato analógico superado por los digitales DVCam y DVCpro - remendada por todos lados, daba vergüenza. Sentí mucha pena por ellos, porque, pese a que sus problemas son conocidos, nadie da la cara por ellos, ni una autoridad del gobierno, ni un ministro, nadie. Estas son las fotos del equipo de trabajo de los colegas de Panamericana Televisión:




Pata de trípode sujeta con un anillo de llavero











Till de cabeza de trípode sujeto con tornillo doblado








Manubrio de trípode sujeto con un fierro soldado y doblado







Micrófono de cámara sujeto con cinta gutapercha








Ultralight de cámara sujeto con cinta gutapercha










Visor de cámara pegado con moldimix pintado de negro









Base de cámara roto y cables expuestos




Reconozco que mis amigos, a falta de recursos, tienen un gran ingenio para solucionar sus problemas técnicos, y mucha pasión por su trabajo para seguir adelante aún contra estas adversidades. Para ellos va este post, para que quede testimonio escrito de sus penurias, para que al menos quienes leen este blog, pocos o muchos, sepan lo que realmente viven, y en que condiciones trabajan.