miércoles, 30 de julio de 2008

¿Para quién juega Sosa?

Todavía no eran las 12 cuando empece escribir este texto, así que puedo decir con seguridad "hoy", y HOY fue un día que considero complicado tanto para la defensa de Alberto Fujimori como para la de las víctimas de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos. El testimonio del ex agente del Grupo Colina, Jesús Sosa Saavedra, testigo de oficio en el juicio que se le sigue al ex presidente, en teoría debía favorecer a la defensa, recordemos que tras su conveniente y oportuna captura en abril de este año, lo primero que dijo fue que Fujimori no sabía nada de nada.

En efecto, Sosa negó, en todos los idiomas, haber formado parte del Servicio de Inteligencia Nacional, y aseguró que sus actividades eran despachadas única y exclusivamente al SIE, es decir, en el Ejército, es decir Fujimori (o Montesinos) no sabía nada de nada, como lo había dijo al ser capturado.

Sin embargo, HOY, Sosa mostró otro ángulo, un ángulo que por cierto ya había dejado ver en su propio juicio en la Base Naval. En la misma línea de lo que aseguraba, acusó a los dos Comandantes Generales del Ejército que fueron sus jefes en los años 1991 y 1992: Pedro Villanueva Valdivia por Barrios Altos, y Nicolás Hermoza Ríos por La Cantuta. Esta afirmación desarma parte del argumento de defensa de Fujimori, desarma a César Nakasaki, también abogado de Hermoza, quien luego de esta primera sesión con Sosa, no quiso decir palabra alguna.

La parte civil parecía complacida, incluso cuando el ex agente empezó a detallar crímenes ocurridos durante el primer gobierno de Alan García. La desaparición del espía ecuatoriano Enrique Duchicela en los sotanos del SIE en 1988, y el asesinato del periodista Guillermo López Salazar en Tingo María en 1989, ambos, según su versión, con autorización del jefe de estado. Sosa ya lo había dicho en la declaración jurada que envió a la Segunda Sala de Terrorismo, pero en ese entonces no fue tomado en cuenta. ¿Ahora lo harán? es una pregunta que sólo el Ministerio Público puede responder.

Carlos Rivera, el abogado de la parte civil, aprovechando el ejercicio mental de Sosa, argumentó que ello revelaba el modus operandi de los aparatos de inteligencia para eliminar personas, política que prevalece de gobierno a gobierno. Entonces, si Fujimori encontró las cosas así ¿No fue su idea, de que culparlo? De no desactivarlo cuando pudo y continuar dándole al SIN un poder de facto.

Algo que Nakasaki siempre dice a los periodistas sobre esta postura, muy inteligente él, es que los abogados civiles, al decir "Fujimori ya no ordenó, Fujimori no evitó", variaban el sentido de la acusación, algo que no se puede cambiar ya iniciado, y a pocos meses de acabar, el proceso judicial. Hubiera sido interesante que HOY lo diga, pero supongo que no quiso arriesgarse a revelar su estrategia, y tampoco a defender a su otro defendido, el general Hermoza, porque Sosa, al tildarlo de mentiroso, ladrón, que no quiere asumir que comandó al Grupo Colina, revela su decepción por quién todos los agentes sentían admiración, y evidentemente, su declaración no lo deja bien parado.

Entonces, ¿Para quién juega Sosa? ¿Para Fujimori, diciendo que el SIN no tuvo nada que ver, y al mismo tiempo acusando a Hermoza, quien maneja el mismo argumento de defensa que el ex presidente? Ya solo quedán 3 testigos, El ex vice presidente Máximo San Román, El ex jefe del grupo especial de inteligencia de la Policía Benedicto Jiménez, y el ex asesor del SIN Rafael Merino; y la cosa, a mi entender, no está clara para ninguno de los 2 bandos.

Creo que Fujimori, al final, sí será sentenciado, y lamentablemente la sentencia dejará la sensacion de ser política, porque así lo ordena la lógica, el clamor popular, los medios, no porque efectivamente se haya logrado probar su responsabilidad en los crímenes, que sin duda algo debe tener.