Catalina da en el clavo!
Después de una divertida velada "puro calzón" viendo una comedia romántica en casa de Morena, nos pusimos a jugar con el UStream. Comentamos si como dicen en "Cómo perder a un hombre en 10 días" las mujeres hacemos semejantes barbaridades que los caballeros huyen horrorizados de nuestro lado.
En base a la película confesamos que cometemos con frecuencia los siguientes errores:
1. Vamos muy rápido. Sí, tendemos a interpretar antojadízamente cualquier mínimo gesto como una señal para apretar el acelerador a fondo... y los choques son dolorosos.
2. Invadimos su espacio. Queremos estar en sus fiestas, nos aparecemos de improviso en su oficina, lo llamamos en mitad de una junta, le compramos camisas nuevas, redecoramos su cuarto, le armamos la dieta, y un sinfín de etcéteras .
3. Lo obligamos a ingresar a nuestro espacio. Queremos que esté en nuestras fiestas, que se haga amigo de nuestras amigas, que nos recoja todas las noches del trabajo, que comparta nuestra afición por el arte conceptual, que nos acompañe a comprar ropa, y otro sinfín de etcéteras.
4. Nos proyectamos al futuro. Hablar de formar una familia, de tener una niña que se llamará Giana, y de un niño que se llamará como él, de comprar una casa en La Planicie con un jardín enorme en donde Rocky, nuestro dogo argentino, podra correr a sus anchas, o planificar unas vacaciones a Cuba para febrero, cuando aún es mayo.
5. Mantenemos buenas relaciones con su familia. Si tenemos la mala suerte de caerle bien a su madre, de que nos trate como a la hija que nunca tuvo, de que nos inviten al cumpleaños de la abuela, de que su hermanita menor quiera que la acompañemos a comprarse su primer sostén...
6. Cuestionamos su virilidad. Por ignoracia, porque no sabemos que cuando nosotras decimos "amor, mejor hazlo así", ellos entienden "no me satisfaces".
7. Lo indisponemos con sus amistades. Arruinar su fulbito de los martes en la noche, prohibirle salir con cierto amigo o amiga, ponerles mala cara.
8. Somos muy melosas. Le decimos hubby, bebito, puky, chiquito, gordis, o cualquier otro sobrenombre ridículo, y se lo decimos en público, nos sentamos en sus rodillas cuando aún hay 1253 sillas disponibles, le hacemos piojitos, cosquillitas, chinitos, le mandamos besitos volados, mensajitos de texto al celular con corazones, ponemos "te amo (nombre del susodicho)" como estado en el Facebook, como nick en el Messenger, nos referimos a él en el Twitter como @novio.
Estaba tan divertida la charla que olvidamos poner rec, pero felizmente parte de la conversación fue grabada por Ciberdoc.
Catalina hace la reflexión al revés, y da sus claves para "perder a un chica en 10 pasos". Suscribo enteramente el punto número 2.
Esperamos repetir la experiencia el próximo domingo, estaremos avisando oportunamente la película que comentaremos y la dirección desde donde trasmitiremos.