domingo, 11 de noviembre de 2007

Antauro Humala: El hijo Diabólico de los Medios de Comunicación

Publicado en Marmota el 4 de Enero de 2005


1 de enero, 4 am: Antauro Humala y cerca de 100 hombres integrantes del grupo Etnocacerista ingresan por la fuerza a la Comisaría de Andahuaylas y toman como rehenes a 13 policías. Los insurgentes exigían la renuncia del Presidente de la República y la reincorporación de los militares del grupo golpista "13 de Noviembre", dados de baja en Diciembre. El descenlace 4 policías y 3 humalistas muertos.

Durante gran parte del año pasado, Antauro Humala, ex mayor del Ejército que fue dado de baja en 1997 por medidas disciplinarias, fue tomado en cuenta por varios diarios, algunos de ellos de dudosa reputación, para analizar, como todo un experto, los diferentes acontecimientos políticos y militares del quehacer nacional. Digámoslo así, recibió demasiada pantalla.

Antauro Humala, líder del movimiento etnocacerista, encabezó una rebelión, como lo hiciera su hermano en el año 2000 contra Alberto Fujimori, peor esta vez, las diferencias son claras y abismales. En ese entonces Ollanta era un oficial del Ejército motivado por un sentimiento casi nacional, podría decirse que su actuación fue importante para hacer notar las bajezas del gobierno del dictador japonés. Ollanta pedía su renuncia, con razón, pues Fujimori había llegado al poder gracias a la ilegal re-reelección, y luego de la difusión del primer vladivideo, se hacía necesaria una sacudida como la ocurrida en aquel cuartel de Locumba - Tacna.

Sin embargo lo que hizo Antauro, es una estupidez, no creo que haya otra forma de decirlo. El es ya un civil, y al rebelarse como lo hizo solo cometió un delito por el cual ahora tendrá que pagar, lo más grave es que arrastró consigo a un grupo de hombres y mujeres ignorantes de que existen formas democráticas de protesta. Si bien muchos estamos cansados de promesas incumplidas, es imposible, y más aún, absurdo, decir que vivimos en una dictadura.

El tiro le salió por la culata. Antauro Humala creyó que obtendría un apoyo general en todo el país, como lo tuvo quizás la "marcha de los 4 suyos", pero Humala no se dio cuenta que la poca simpatía por el Jefe de Estado no llega a los límites de un levantamiento en armas a nivel nacional. Es decir, habemos gente descontenta con el gobierno, pero la situación no es tan crítica como para ponerse delante de Palacio con un fusil, como sí lo fue con Fujimori.

¿Quiénes lo apoyaron?

Pero sí hubo algunos sectores que de inmediato se acomodaron a la situación, los cocaleros por ejemplo, conocidos por la radicalidad de sus protestas y más aún asusados por Michael Martínez, digno representante del Parlamento. Por otro lado estaban los estudiantes universitarios de la zona que exigían mayor presupuesto para las casas de estudio, los profesores del Sutep, entre otros grupos. Ninguno de ellos compartía 100% el material ideológico de los etnocaceristas, seguramente ni lo conocían, pero allí estaban, bien agarrados de sus faldas.

La revolución comenzó con la toma de una comisaría en Andahuaylas, en medio de una población alejada de la mano del gobierno, con muchas necesidades, y donde hay necesidades hay rencor, y ese rencor es fácilmente manipulable. Antauro Humala llegó como el salvador del pueblo peruano en una región en donde por la promesa de un pan, se puede llegar a los extremos que ya hemos visto.

Los etnocaceristas

Es de esta población alejada y necesitada en donde Antauro Humala reclutó a sus seguidores, muchachos de 20 o 25 años, llenos de carencias y faltos de esperanza. Pero también es cierto que el grupo está compuesto por muchos ex combatientes, reservistas del Ejército, y militares en retiro, entrenados para usar armamento de guerra y desempeñarse en conflictos. Es por esta razón, que la primera etapa del intento por recuperar el orden público en Andahuaylas fracasó, los policías enviados desde Lima no estaban a la altura de los reservistas, eran en su mayoria miembros del "Escuadron Verde" muy bien preparados para combatir la delincuencia común en las calles de la ciudad, pero enfrentarse a ex combatientes, no.

Más errores

La reacción tardía por parte del gobierno solo puede justificarse por la falta de información que los servicios de inteligencia debieron brindar al Presidente ¿O la hubo y no le dieron importancia?. Esos mismo jovencitos etnocaceristas que ofrecían "El Ollanta" por calles y plazas nos estaban enviando la señal, con sus titulares violentistas llamando a una rebelión, a tomar las armas, cosa que finalmente sucedió.

Luego, cuando los policías de Lima llegaron a Andahuaylas, debieron formar un cordón en el perímetro de la comisaría tomada. Pero no hubo coordinación, el cordón policial nunca se formó, el resultado, la emboscada en donde murieron el Capitán Carlos Cahuana, el Teniente Luis Chávez, y los Técnicos Ricardo Rivera y Abelardo Cerrón.

En La República, Gustavo Gorriti se pregunta "¿Como fue posible que el oficial de mando de la comandancia tuviera un número tan exiguio de policías no precísamente abstemios custodiando un verdadero arsenal?" Y es que dentro de la comisaría existía gran cantidad de armamento policial, y sí era cierto que los oficiales se encontraban celebrando el año nuevo dentro del local.

Los Responsables

El Gobierno ya encontró a su chivo expiatorio, el Director de la Policía Nacional Felix Murazzo, sin embargo este chivo no es tan inocente, pues vaciló mucho antes de que se produjera el arresto de Humala, además el "paseo triunfal" del líder etnocacerista por las calles acompañado de buen número de ciudadanos nunca debió permitirse, fue una burla para los 500 policías enviados a recuperar el control.

Por otro lado, la capacidad del Ministro del Interior Javier Reátegui ha sido cuestionada, y ya muchos están pidiendo su cabeza junto con la del Presidente del Consejo de Ministros Carlos Ferrero, incluso este lunes deberan respondr ante el Congreso de la República, aunque dudo que se hable de censura como con el ex ministro Fernando Rospigliosi, en su caso hubo un muerto, el alcalde de Ilave; con Reátegui son 7, más los 3 del paro de cocaleros... ¡Ya pues!.


Y no puedo olvidar al responsable que titula este artículo, los medios de comunicación, los periodistas deberíamos hacer un mea culpa por engendrar a la criatura, por haberle dado aires inncesarios al líder etnocacerista.


Una victoria insípida

Antauro Humala está preso, los insurgentes se han entregado, han devuelto las armas robadas, los muertos ya están enterrados, pero ahí no acabará la historia, lo único que se ha conseguido al permitir que las huestes humalistas permanezcan tanto tiempo en Andahuaylas es crear un recuerdo en las mentes de los peruanos menos afortunados. Con el tiempo no sería de extrañar que veamos al "Movimiento Nacionalista Peruano" inscrito en el JNE, llevando a un Ollanta Humala en este caso, a la candidatura presidencial, y ese recuerdo se encargará de darle los simpatizantes suficientes para, aunque sea, figurar en las encuestas. Dios nos coja confesados.