Hoy Chema Salcedo dijo algo muy interesante, una reflexión que creo deberíamos asumir muchos periodistas. El conductor de RPP dijo que muchas veces por sintetizar las cosas, en un afán por facilitarles la información al público, los periodistas dejamos de ver la realidad completa. Rómulo León Alegría, los petroaudios, y las movidas que se produjeron tras su difusión en algunos medios de comunicación, creo, han hecho que el ángulo de visión periodística, en general, se vaya achicando.
A muchos les sorprendió que el ex ministro, preso ya en San Jorge, en su repentina llamada teléfonica a RadioProgramas, dijera que el presidente Alan García a veces habla más de la cuenta y dice cosas de las que después se va a arrepentir...
SE VA A ARREPENTIR titularon algunos, y me parece que se exageró un poco en la lectura de esta frase. Claro, así en blanco y negro, cualquiera podría entender que León deslizó una amenaza solapada contra el Jefe del Estado por llamarlo "rata", y así se lo quisieron preguntar una y otra vez a la congresista Luciana León Romero, cuando acudió a la carceleta de Palacio de Justicia a visitar a su papá. "Por qué dijo que el Presidente se va a arrepentir?".
Yo creo que si escuchamos con más atención - y menos pasión - las declaraciones, en toda la dimensión de su contexto, no hay tanta agresividad. A mí me parece que León se refería a que con el tiempo, García se está dando cuenta que aquello que al principio parecía la irrefutable prueba de un delito muy grave, es sólo el indicio, y que ahora le corresponde a la Fiscalía investigar y probar.
No digo que León sea inocente, al contrario, hay mucho por descubrir; sino que la valla de la acusación es muy alta, y el trabajo de la Fiscalía no será sencillo; recordemos que Oscar Zevallos lo había denunciado por asociación ilícita para delinquir, pero el Juez Jorge Barreto desestimó este delito.
Rómulo León ya está preso, pero estoy segura que esta especie de novela por entregas no ha terminado, seguirán apareciendo audios, mails, y los implicados en la presunta adjudicación irregular de los lotes de petróleo a la empresa noruega Discover Petroleum empezarán a desfilar por los juzgados de la avenida Arenales, como ya lo hacen inútilmente en la Comisión Investigadora del Congreso.
Que esto no nos haga perder de vista el proceso por interceptación telefónica que es, a mi juicio, tanto o más importante. Sigamos observando el caso con atención, pero démosle al Poder Judicial la oportunidad de resolverlo.