miércoles, 26 de noviembre de 2008

Una historia que se repite


El ya había anunciado que como Comandante General del Ejército, de este año no pasaba, un anuncio que para los entendidos en materia militar, estaba de más, porque los cambios de colocación y pases a retiro suelen concretarse la primera semana de diciembre. El General Edwin Donayre entonces solo reconocía lo que ya era vox populi en los cuarteles.

Hubo varias denuncias en su contra, pero la más grave por la supuesta asignación irregular de combustible cuando era jefe de la Región Militar del Sur. Denuncias a las que siempre respondía con una sonrisa, y no se le puede negar sus esfuerzos por caer simpático a los periodistas, pero su temperamento burlón y sus chistes subidos de tono le han jugado una mala pasada.

El video difundido esta semana en el que se le ve al General en una ceremonia privada haciendo bromas sobre ciudadanos chilenos es la cereza del pastel. Y al toque nomás el Canciller José García Belaunde salió a desautorizar sus declaraciones a las que calificó como infelices. Y el presidente Alan García le ofreció explicaciones a la Presidenta de Chile Michelle Bachelet, y de paso, la cabeza del General.

Lo infeliz del asunto es que, pese a que fue grabado en el 2007, se da a conocer a los medios justo después del APEC, después de los abrazos fraternos, y los compromisos solidarios. Si pues, diplomáticamente se vio muy mal.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que es un militar, supongamos que el contexto fuera otro, que lo hubiera dicho el gerente de producción de una empresa peruana que ve sus intereses amenazados por otra que viene del extranjero, las declaraciones encajarían perfectamente.

Por otro lado, expresiones como las del General Donayre se escuchan todos los días, claro, con más ponderación, más altura, más fundamento y menos apasionamiento. No me imagino que pasaría si así como Donayre inocentemente se dejó grabar en un brindis privado, lo mismo ocurra con una de mis clases del CAEN, o peor, una sesión del Consejo Nacional de Defensa.

Esto es gravísimo, y como en el caso de los petroaudios, seguimos mirando sólo la punta del iceberg. Lo sucedido es un precendente muy serio, creo que es hora de dejar de escandalizarnos, reflexionar, y hacer reflexionar sobre cuáles deben ser nuestros verdaderos objetivos e intereses.